Seguimos con “la academia hortofrutícola” con esta segunda sesión dedicada a seguir desmontando las teóricas condiciones de competencia perfecta de nuestro negocio. Los dos criterios que abordamos en esta entrada (y que tendrá una tercera) son: el elevado número de compradores/vendedores y la transparencia del mercado.

Comenzamos por el primero de ellos. Según veíamos en el Post anterior uno de los criterios de cumplimiento del modelo está referido a la necesidad de que existan un número suficiente (elevado) de compradores y vendedores para que ninguno de ellos llegue a tener una influencia en el precio.

En el negocio hortofrutícola esta premisa se da a medias. Es verdad que existen un gran número de compradores y vendedores, pero su número y tamaño está descompensado. Los vendedores se caracterizan por ser muy numerosos y de dimensión reducida (producción atomizada) mientras que los compradores, aun siendo también numerosos, tienen una dimensión mayor que les otorga poder de negociación. Por otra parte, el desarrollo de la distribución moderna ha creado grandes cadenas de supermercados internacionales que pueden llegar a tener una influencia decisiva en el precio de algunos productos.

La consecuencia de esta particularidad es que sí se produce, en muchos casos, el precio de equilibrio previsto por el modelo, pero surgido de un fenómeno de arrastre desde el precio cerrado por el comprador líder.

En cuanto al criterio de transparencia del mercado, es requisito que compradores y vendedores conozcan los volúmenes y los precios acordados en las transacciones comerciales. Este es, posiblemente, el requisito que menos se cumple aunque con el suficiente tiempo se acaba llegando a conocer un rango de precios que ayudan a generar el equilibrio de mercado previsto por el modelo.

No existe un conocimiento cierto de los precios y volúmenes implicados en el cortísimo plazo pero sí se llegará a obtener (con el tiempo necesario) una aproximación que les servirá a compradores y vendedores para tomar decisiones sobre las transacciones inmediatamente posteriores.cap2

Hay que recordar que debido a la perecibilidad de los productos hortofrutícolas, este negocio tiene una alta rotación y las ventas se suceden con mucha frecuencia. El precio evoluciona incluso de manera horaria. Es decir, que puede cambiar rápidamente en el trascurso de una jornada al modo en que lo hace La Bolsa. Esta es la denominada volatilidad del precio de las frutas y hortalizas.

Las propias ventas anteriores retroalimentan el conocimiento de la tendencia esperada de mercado. A su vez, las transacciones que se llegan a conocer de otros oferentes y compradores sirven para validar la tendencia esperada.

Por tanto, no se cumple el criterio de transparencia completa pero se apoya adecuadamente en T-1 (transacción anterior), T-2 (transacción antes de la anterior), T-3, T-4 y así sucesivamente y con mayor nivel de significación, en tanto en cuanto, más cerca del tiempo presente esté la transacción.  Este fenómeno es válido y ayuda a concretar un precio de equilibrio correcto (en el sentido de “cercano a la media del sector”) siempre que la tendencia se mantenga. Es decir, que funciona si anticipamos que el mercado va a la baja o al alza y los precios de T-1, T-2  y demás, van confirmando la tendencia. En momentos de cambios de tendencia, la poca transparencia del sistema impide que se concrete un precio de equilibrio tan rápidamente como en la situación de certidumbre de la tendencia.

Respecto a los volúmenes, también las transacciones anteriores nos dan una pista de la tendencia y más concretamente las órdenes de pedido (que se pueden concretar en transacción en los términos requeridos o no). Los compradores en un mercado con precio al alza tienden a pedir volúmenes mayores que su media de pedido y el volumen disponible del vendedor queda reducido. Ante la esperada situación de escasez, se intenta acaparar producto (contando con su perecibilidad) teniendo en cuenta que el precio esperado posterior será superior. Y al contrario, en un mercado con precio a la baja los volúmenes solicitados serán inferiores a la media para beneficiarse del precio postrero inferior, mientras el volumen disponible global del oferente aumenta.

Existen diversas plataformas donde informarse de los precios de los mercados (algunas incluso públicas, como los observatorios de precios), aunque no suelen incluir el volumen comercializado. Este es, sin duda, el dato más difícil de estimar y por tanto, incide directamente sobre el criterio de transparencia del mercado.

Y ya sólo queda un capítulo para terminar de desmotar el modelo y hablaros de “gradientes competitivos”.