Comfort foods

Desde un tiempo a esta parte se viene hablando en los EEUU de los «Comfort Foods«. Más que una categoría de productos, es una constatación sociológica. Y como todos sabemos, estos descubrimientos sociológicos anticipan la creación de una categoría de interés comercial. Algunas veces se han traducido como «Indulgencias alimenticias» o «comida capricho», pero estas traducciones no son adecuadas y olvidan la acepción de «reconfortante» y de «nostalgia» que encierra concepto sociológico.

Es por esto, por lo que se relaciona el concepto con productos que proporcionan cierto placer y están relacionados con consumos en la más tierna edad.

Por poner un ejemplo, desde el punto de vista español: el vaso de leche con Cacao o «el tomate de toda la vida» sería un «Comfort Food«.

El potencial del concepto nos deja una enseñanza clara: «si queremos estar en esta categoría en el futuro, hay que cuidar a los consumidores jóvenes». Aunque es posible que, en relación con este concepto, una generación de españoles esté ya perdida para la hortofrutícultura española.

Lo más grave es que le podemos echar la culpa a los yogures, a los postres industriales, a los integrantes de la cadena alimentaria; pero los productores hemos permitido que buena parte de nuestros productos hayan perdido el sabor para garantizar la vida útil y la productividad. Y ya se sabe que sin sabor no habrá placer, ni nostalgia de algo que no merece la pena recordar. [highlight]¡Recuperemos el sabor! [/highlight], quizá tengamos un hueco de mercado («nicho de mercado» suena muy feo) como «Comfort Foods«.

Desde un tiempo a esta parte se viene hablando en los EEUU de los «Comfort Foods«. Más que una categoría de productos, es una constatación sociológica. Y como todos sabemos, estos descubrimientos sociológicos anticipan la creación de una categoría de interés comercial. Algunas veces se han traducido como «Indulgencias alimenticias» o «comida capricho», pero estas traducciones no son adecuadas y olvidan la acepción de «reconfortante» y de «nostalgia» que encierra concepto sociológico.

Es por esto, por lo que se relaciona el concepto con productos que proporcionan cierto placer y están relacionados con consumos en la más tierna edad.

Por poner un ejemplo, desde el punto de vista español: el vaso de leche con Cacao o «el tomate de toda la vida» sería un «Comfort Food«.

El potencial del concepto nos deja una enseñanza clara: «si queremos estar en esta categoría en el futuro, hay que cuidar a los consumidores jóvenes». Aunque es posible que, en relación con este concepto, una generación de españoles esté ya perdida para la hortofrutícultura española.

Lo más grave es que le podemos echar la culpa a los yogures, a los postres industriales, a los integrantes de la cadena alimentaria; pero los productores hemos permitido que buena parte de nuestros productos hayan perdido el sabor para garantizar la vida útil y la productividad. Y ya se sabe que sin sabor no habrá placer, ni nostalgia de algo que no merece la pena recordar. [highlight]¡Recuperemos el sabor! [/highlight], quizá tengamos un hueco de mercado («nicho de mercado» suena muy feo) como «Comfort Foods«.