Desde hace un tiempo, bastantes compañeros me preguntan: «qué piensas que puede pasar si el Reino Unido sale de la UE». Y yo he ido contestando con evasivas: “prefiero no pensarlo”, “quién sabe”, “espero que no ocurra”. Pues bien, ya ha ocurrido.

Ahora toca afrontar el problema en el corto y en el largo plazo. El Reino Unido es uno de los clientes principales del sector hortofrutícola español. La supervivencia de muchas empresas depende directamente de este mercado, y ahora, hay que evaluar cuidadosamente las consecuencias.eu-1473958_1920

  1. En primer lugar, la libra esterlina está en caída libre. Esto significa que las empresas que tienen contrato de suministro referenciado en libras están en riesgo de perder entre un 5 y un 25% del valor de manera inmediata. ¿Alguien del sector tiene un margen del 25% para absorber el impacto cambiario? Alguna suspensión de pagos ya está en camino (La mayoría de seguros de cambio no protegen respecto a esta eventualidad ya que se considera “fuerza mayor”. Revisa tu póliza).
  2. Caída del consumo. En el largo plazo una libra más débil significa que los consumidores británicos les costará más comprar productos importados. Y por lo tanto, dará lugar a una caída del consumo. Hay menos compras, habrá menos negocio.
  3. El nacionalismo alimentario. Es habitual ver las estanterías de los supermercados llenas de productos hortofrutícolas etiquetados con banderas británicas (producido en UK) como reclamo para unos consumidores muy concienciados con la producción local. Este efecto se va a redoblar. Hay pocas cosas más susceptibles de entrar en una dinámica nacionalista que la comida y el apoyo a las comunidades rurales locales. De manera que si tu empresa produce algo fácilmente sustituible por producción británica (en cantidad y calidad), estás en grave riesgo. Las reglas del libre comercio intracomunitario no te protegerán en el medio y largo plazo (quedan 2 años mínimo). Las reglas de comercio cambiarán. UK tratará de proteger la libre circulación de capitales (sector financiero) mientras pondrá trabas al comercio en otros sectores para proteger lo local (el comercio hortofrutícola tiene las de perder).Buy british banner May 13
  4. Sustitución de importaciones españolas por producciones de países terceros. Ante productos de importación más caros por el “efecto cambiario”, los distribuidores y mayoristas británicos buscarán opciones más baratas en países terceros (especialmente aquellos históricamente vinculados a la Commonwealth) y se producirá una sustitución de las producciones españolas.
  5. El Euro también caerá. Lo cual puede equilibrar algo la caída de la libra esterlina y el efecto sustitución, pero al mismo tiempo, hace más caro comprar en el exterior los insumos de los que la industria agroalimentaria española no puede prescindir: carburantes, fertilizantes, energía, plásticos, base papel para cartón, etc.
  6. El Reino Unido es el segundo financiador neto de la UE. Y el capítulo agrícola es el más importante del presupuesto de la UE. El presupuesto deberá rehacerse en base a una nueva realidad de ingresos y la partida principal de gasto será la más afectada. El subsector de frutas y hortalizas será el menos afectado por esta medida ya que es el menos subvencionado pero puede ser al que primero le retiren los fondos “por ser el que menos lo necesita”.

Ojalá que todos los daños enunciados antes se limiten con la negociación para el desenganche, pero por si acaso, es necesario prepararse para lo peor y esperar/desear lo mejor.