¿Para cuándo un acercamiento de la distribución al consumidor masculino? La experiencia de compra moderna ha estado indudablemente diseñada para la mujer. Antes, diseñada para la mujer ama de casa y ahora, a caballo de una realidad con mujeres amas de casa y que además son profesionales.

No hay atisbo claro de que la distribución se haya fijado en el comprador hombre. Supongo que las estadísticas hablan claro y los supermercados escogen a las mujeres por ser mayoría abrumadora de compradoras, en contraste el número de hombres que compran habitualmente.

Espero que nuestras sociedades lleguen a un momento en que la cantidad de compradores hombres, sea también paritaria… Y por tanto, haya masa crítica suficiente para adaptar la experiencia de compra a los compradores masculinos. Por puro y racional uso de la segmentación de mercado me sorprende que no haya aparecido ya. (¡O quizás empieza a esbozarse en algunos supers!)

¿Se imaginan un supermercado sólo para hombres? Yo me atrevo con algunas pinceladas humorísticas, pero que pueden servir.supermarket

Recorrido por los pasillos rápido y eficiente (nada de pasar 2 horas comprando), un par de referencias o tres por producto (No se puede elegir entre 30 tipos de champú y 15 de atún), nada de cajas de escaneo automatizadas (la atención en caja tiene un papel fundamental), el embolsado lo debe hacer el profesional (los hombres mezclamos la lejía con la fruta y nos damos cuenta al llegar a casa), las cosas nuevas o para probar en la cola de la caja mientras esperamos a que nos toque, todo empaquetado (en los productos al corte o en la fruta a granel, la elección se complica. Te llevas la misma porquería pero encima la has escogido tú), muchas indicaciones de dirección, orientación y producto (para que no tengamos que preguntar nada a nadie).

Seguro que ustedes tienen muchas más ideas, especialmente las mujeres que nos conocen tan bien y perciben claramente cuan torpemente nos movemos en un mundo que ha sido creado para ellas.

Nota: Espero que la ironía destilada en el artículo se perciba. No pretendía ser machista o como se dice ahora discriminador de género, pero las diferencias (que existir, existen) se analizan mejor con la exageración, con el estrambote, con la broma y son parte del legítimo uso del marketing. Hay que recordar que la primera y mejor segmentación fue la del sexo (perdón, el género) junto con la del dinero (perdón, la renta).