Esta entrada lleva unas semanas pendiente. Es ya habitual que recoja en este blog mis participaciones en los diferentes foros y eventos en los que participo. Pero no para contar los contenidos de la conferencia. Muy al contrario siempre me interesa destacar aquello que aprendo y las reflexiones que me provocan la interacción con los asistentes.

Si sois habituales de las redes sociales y de los medios de comunicación de nuestro sector habréis comprobado que la difusión del Agridata Summit ha sido muy amplia. Incluso los medios de comunicación más generalistas han reflejado con múltiples noticias el interés que el tema despierta. Aquí os dejo algunos enlaces de cómo se han recogido los mensajes mandados en el congreso…

Agroinformacion.com

joseantonioarcos.es

agronewscastillayleon.com

Como decía, este tema genera interés. La trasformación digital de todo un sector del que depende la alimentación de la humanidad es una noticia de primer orden. Especialmente teniendo en cuenta la percepción generalizada en la opinión pública de que el sector agrícola es tremendamente “primario”. Y así es, en cierta medida, pero también es cierto que cuando alguien no familiarizado con nuestro mundo se acerca a él, siempre acaba sorprendido de la tecnificación que ya existe.

La nueva frontera es esta transformación digital; y ahí caben todas las tecnologías y conceptos que ya escuchamos en habitualmente en medios: Big data, Blockchain, IoT, Inteligencia artificial, Conectividad, La nube, Geolocalización, Drones y mucho más que podéis encontrar en las presentaciones disponibles en la web del Agridata Summit (http://agridatasummit.org/)

Tuve el honor de dar la conferencia inaugural con la intención de poner en perspectiva el mundo que viene y cómo esta transformación digital va a cambiar la cadena de valor y las relaciones entre los integrantes de esta cadena de valor. Para aquellos que quieran ver la presentación completa pueden encontrarla en este enlace (Presentación Agridata Summit)

Y ahora la reflexión…Todos los que nos dedicamos a este negocio vemos el potencial de las diferentes tecnologías que van apareciendo. Incluso somos capaces de anticipar el impacto que pueden tener en nuestros negocios pero nos cuesta entender por dónde empezar.

A continuación están algunas de las cuestiones que oí en los corrillos y que, definitivamente, me han hecho reflexionar.

¿Qué tecnologías puedo incorporar que me proporcionen valor hoy?

¿Qué tecnologías tengo que empezar a trabajar para conseguir una posición de mejora  diferencial competitiva en el medio y largo plazo?

¿Qué implica esto para mi empresa?

¿Qué nuevos tipos de empleados (RRHH) he de contratar para esta transformación digital?

¿Qué coste puedo asumir en estos proyectos de nuevas tecnologías?

Evidentemente no tengo una respuesta general para las preguntas anteriores. Seguramente, depende de cada empresa responderse esas preguntas (Yo ya lo estoy haciendo para la mía). Lo que sí tengo claro es que la tecnología, en general, ha sido una constante en el avance de la humanidad y su impacto siempre está asociado a mayor eficiencia.

Atendiendo a la teoría económica clásica, la tecnología nos define la mezcla de los factores clásicos de producción (tierra, trabajo y capital). Cada vez que incorporamos una tecnología novedosa alteramos esa mezcla, combinando los factores en una diferente proporción que nos permite llegar un nuevo umbral de eficiencia.

En resumen: “con menos recursos productivos producimos más”. La curva de producción es más alta y aquí viene lo importante…se producen lo que llamamos economías de escala. El tamaño óptimo de una explotación o unidad productiva eficiente es mayor. Una tecnología adoptada por todo un sector elevará el tamaño de las explotaciones o unidades productivas.

Es fácil verlo en la comparación de la producción hortícola de Holanda comparada con la de España. Los invernaderos de Holanda incorporan mucha más tecnología y su tamaño es necesariamente mayor para poder llevarlos a umbrales productivos eficientes.

Por si no queda clara la conclusión; esta nueva ola de tecnologías tienen el potencial de alterar la estructura productiva de nuestro sector como nunca antes. Así que, mejor estar preparados.