Aprendí qué era el Minority Rule leyendo el libro Skin in the Game de Nassim Taleb hace unos años. Y lo usé en mi libro Freshconomics, pero me he quedado con la sensación de que podía haberle sacado más partido.
En el libro describo cómo la “regla de la minoría intransigente” es fácil de observar en la adopción de los diversos esquemas de certificación y requisitos de clientes del sector.
A lo largo de los años se han creado una multitud de esquemas de certificación en base a diferentes conceptos: buenas prácticas agrícolas, protección medioambiental, inocuidad, comercio justo y etc.
Ha sido también un proceso incremental. Diversos esquemas de certificación o requisitos propios de cliente sobre el mismo tema compiten en el mercado por ser mayoritariamente aceptados.
Y como consecuencia, los proveedores que quieren servir a todo el mercado sin restricción acaban afrontando un “infierno de certificaciones” que certifican lo mismo pero con diversos niveles de restricción y de documentación.
Para hacerlo posible y simplificar procesos, los productores y sus equipos técnicos van adoptando la última y más restrictiva norma. Si cumplen con la más restrictiva, cumplen con todas las demás. Se cumple, por tanto, “la regla de la minoría intransigente”.
Aunque la importancia de este concepto es mucho mayor. Es la historia del desarrollo de las grandes religiones o las del éxito de los procesos revolucionarios en una sociedad. Una minoría intransigente puede moldear la sociedad.
Tendemos a pensar que vivimos en sociedades dirigidas por el poder de las mayorías y muchas veces no es así. Los ciudadanos o consumidores somos una masa informe sin opinión real de las cosas que asumimos planteamientos de minorías organizadas e intransigentes siempre que el coste de adopción no sea muy alto.
Hay muchos ejemplos clásicos en productos de consumo.
En los EEUU, las bebidas carbonatadas son todas Kosher (de acuerdo a los preceptos judíos que determinan qué alimentos se pueden y no se puede ingerir). Siendo solo el 2.4% de la población y un porcentaje ínfimo entre ellos que siguen los preceptos kosher, la industria de las bebidas de gran consumo ha implementado el protocolo. Un sencillo protocolo que les vale para todos los demás grupos de población y no añade coste relevante para evitar una pesadilla de distribución de una línea kosher diferenciada en las tiendas del pais.
Otro ejemplo clásico son las carnes de cordero de Nueva Zelanda. Nueva Zelanda es un gran exportador mundial de carne de cordero y prácticamente toda esa exportación es Halal. Como sus mercados mayoritarios son musulmanes la opción más sencilla es hacer todo Halal. En los lineales europeos podéis encontrarla con su sello correspondiente.
Ya estaréis anticipando que también en nuestro sector se están dando situaciones que en las que parecen conformarse potentes opiniones minoritarias e intransigentes en diversos temas como la sostenibilidad, los derechos sociales o el medioambiente.
Si bien muchas de estas ideas pueden ganar la batalla social de la mayoría en el futuro, hay que recordar que religiones mayoritarias hay muy pocas y las fosas comunes de la historia están llenas de revolucionarios.
Para que el Minority Rule surja victorioso su adopción deber ser fácil (costes bajos y modificación gradual o mínima del comportamiento) y su distribución entre los integrantes de la sociedad debe ser más o menos homogénea aunque sea muy minoritaria. Ejemplo: No es lo mismo que te impidan comer carne de golpe que que se vaya limitando la ingesta de carne roja. Y no es lo mismo que todos los veganos de España vivan en un barrio de Madrid que tengamos uno en cada casa.
Lo voy a dejar aquí que seguro que me meto en un lio con las minorías intransigentes (ja, ja), pero un último toque de atención para conectarlo con la gama de los ecológicos. En aquellos productos bio en los que el coste de producción y comercialización sean muy similares a los convencionales tienen una oportunidad de imponerse como la opción por defecto.
Recuerda que puedes descargarte gratuitamente la versión digital del libro FRESHCONOMICS en la sección de publicaciones de la Plataforma Tierra de la fundación Cajamar (DESCARGAR AQUÍ)
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