El pasado 23 de diciembre, las organizaciones profesionales agrarias firmaron un duro comunicado conjunto (ver noticia en los medios) descargando la responsabilidad de los bajos precios hortícolas en las empresas comercializadoras y específicamente en las OPFHs (Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas).

En su comunicado dicen lo siguiente: “la renta de los agricultores está cayendo en picado con el beneplácito de las comercializadoras…” y afirman “no entender cómo, existiendo medidas autorizadas para paliar esta situación –la retirada de producto- …miren para otro lado…vendiendo a pérdidas en perjuicio de los agricultores”.

Ha pasado ya más de una semana de este durísimo comunicado que rompe la unidad de acción del sector (si es que alguna vez la hubo) en el agro almeriense y por extensión en el sureste español.

A día de hoy, no he constado respuesta (mis  disculpas si la hay y no la he visto) por parte de las organizaciones representativas de la OPFHs; así que, aunque no me corresponde, voy a tratar de arrojar luz a la incomprensión manifestada por nuestras organizaciones sindicales.

A los hechos.OPFH

Una OPFH es una organización democrática (adscrita a una cooperativa, SAT o mercantil) a la que libremente se asocian los agricultores para cumplir con una serie de requisitos legales obligatorios y otros autoimpuestos para organizar su producción, consolidarla, planificarla y orientarla a las necesidades del mercado. Para este fin, los agricultores dotan un fondo (con su dinero) para ejecutar inversiones y perseguir sus objetivos (Programa Operativo) que a su vez se puede (si cumplen los requisitos) ver complementado con subvenciones europeas. Uno de los posibles usos de este fondo es la retirada de producto en momentos de crisis.

Ahora las verdades.

Efectivamente, las OPFHs tienen concedido un instrumento para hacer frente (individualmente) a las crisis de oferta (sobreproducción), pero lo que se pide en el comunicado es que las OPFHs, con este instrumento, resuelvan una crisis de todo el sector.

Las OPFHs representan el 37% del total de agricultores del sector (ver aquí estadísticas del Ministerio) y lo que se les está pidiendo, en la práctica, a estos agricultores es que destruyan el 30% de su producción para reducir la oferta total de producto en el mercado en poco más 10% (11.11% hagan los números).

Es decir, que justo a las organizaciones y agricultores que más esfuerzos hacen en programar los cultivos (en fechas y cantidades), es a las que solicitamos que retiren su producto del mercado. Y nada menos que un 30%, para reducir un modesto 11% del total. Lo que en la práctica significa desatender a la clientela (propia de la OPFH), con la que se han programado los volúmenes, para que aprovechen la oportunidad las comercializadoras (y agricultores) que no están constituidas en OPFH (hay que recordar que esto ya pasó en el año 2009, cuando todavía no había la posibilidad de arbitrar fondos de retirada. La primera vez me engañarás, la segunda…).

Creo que hemos perdido una ocasión fantástica para recordar al 63% de agricultores que actualmente no están asociados a una OPFH, que si lo estuvieran (mayoritariamente) el sector tendría un instrumento potentísimo para afrontar las crisis de oferta.

Sinceramente, creo que al culpar a las OPFHs impedimos avanzar al sector en la dirección adecuada (máxime, cuando algunas de ellas ya estaban haciendo retiradas de producto motu proprio).

Aunque, claro, ahora llegará el frío y nos olvidaremos hasta el próximo otoño; y obviaremos que, en este caso, nunca ha sido más claro que solucionar el problema (en algunos productos) depende, casi exclusivamente, de nosotros (los agricultores).

Por favor, asóciense a una OPFH o creen una. Las OPFHs no son el  problema, son la solución.