A lo largo de estos años de publicación en el blog, en el área de contacto, he recibido repetidamente un mismo tipo de mensaje. Con sus variaciones, el resumen general del mensaje sería algo así:

– Hola David. Muchas gracias por los contenidos que compartes generosamente. Soy un profesional que está iniciándose/desarrollándose en el sector y me gustaría saber si hay libros, cursos o materiales que me ayuden a seguir formándome. Gracias por la respuesta.

Creo que todos en algún momento hemos sentido y pensado lo mismo…

Tras muchos años de estudios en la universidad, cuando me tocó poner en práctica todo lo que había estudiado me di cuenta muy pronto que había algo que no funcionaba. Mis conocimientos técnicos era sólidos y eran apreciados, pero no tenía visión de conjunto y no comprendía cómo funcionaba el negocio.

Así que si pretendía seguir en este sector mas me valía empezar a fijarme mucho en lo que hacían las personas a mi alrededor por muy cazurras que me parecieran. Ya nos lo recuerda el refranero popular: “dónde fueras, haz lo que vieras”. Y así estuve muchos años.

Digamos que mi principal fuente desconcierto fue que el corpus de conocimiento económico del que bebemos son esos modelos académicos perfectamente lógicos, principalmente de microeconomía y mercadotecnia, que constituyen la ciencia oficial y aceptada, contra los que se estrellaba, una y otra vez, mi conocimiento empírico del sector.

Pero ese conocimiento empírico no tenía la entidad y profundidad suficiente para rebatir o refutar. Yo sólo sabía que algo iba mal y que la gente del negocio no lo hacía así y que los modelos no se adaptaban a la realidad del sector.

Es decir, que los modelos económicos aplicados a la descripción del funcionamiento del sector tenían una lógica muy sólida, pero no me parecía que funcionaran en las frutas y hortalizas. Y por otra parte, con mi experiencia y mis preguntas a los más experimentados con los que trabajaba, era incapaz de conciliar y dar sentido a ambas visiones del negocio. En conclusión, no podía explicarme el porqué de que las cosas funcionasen así.

Reconozco que una parte tenía que ver con no haber desarrollado visión de conjunto y por otra, por mi insuficiente profundidad en teoría económica. Así que seguí leyendo, investigando, preguntando y aprendiendo de allí donde pude.

Este es otro de los objetivos del libro que estoy escribiendo. Me gustaría llenar los huecos de todo lo que no he sabido explicar, hasta ahora, con el conocimiento reglado. Y me gustaría aportar referencias y justificación de todos los libros y herramientas de negocio que creo que sí tienen aplicación clara.

Y ahora viene la pregunta de la semana*: ¿Qué libros, publicaciones, cursos, artículos y materiales os han sido útiles para comprender «el negocio hortofrutícola»?

Y unas preguntas derivadas de la anterior:- ¿Hay centros educativos, escuelas de negocios o universidades realmente especializadas en el «negocio» hortofrutícola? Y si es que sí, ¿qué cursos imparten y cuáles son sus profesores?

*¡Atención, importante! No pregunto por referencias bibliográficas de conocimientos técnicos o agronómicos. Pregunto por todo aquello que os ayudado a entender el negocio. Que respondan a la cuestión de cómo funcionan las cosas en su globalidad, con sus causas y efectos.

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