Me temo que voy a volver a hablaros de la tecnología CRISR-Cas9… A raíz de mi último artículo en este blog (Intervención en el Campus Cátedra de Empresa), los amigos lectores se interesaron por el concepto de Revolución del Software Verde que introduje y también se sorprendieron por la mención a la posible aparición de un Google y un Apple agrícola.

En una reciente entrevista para la revista internacional EuroFruit tuve la oportunidad de explicar las consecuencias que creo que van a llegar con la irrupción de esta y otras tecnologías en la agricultura.

Estas tecnologías tienen el potencial de transformar no solo el mundo del desarrollo varietal de las semillas sino todo el negocio de la agricultura y la propia concepción histórica de la agricultura.

Por una parte, en la medida en que los desarrolladores de variedades agrícolas pueden definir el producto e introducir atributos deseables por los consumidores, su balance de poder dentro de la cadena de valor cambia y se vuelve mucho más importante. Está por ver si este nuevo balance de poder supondrá un conflicto con el resto de eslabones de la cadena o propiciará situaciones de colaboración inauditas hasta ahora. (Ver transformación de la cadena da valor aquí)

Por otra parte, imaginad por un momento que los alimentos son programables en base a su código genético. El código genético es ese “software verde” y las nuevas tecnologías de edición genética son el “idioma y herramienta de programación”. En términos de informáticos: ”el primer Cobol de la historia de la programación genética. La primera herramienta compilador  del lenguaje de la vida (El ADN) ya está aquí”

Si los alimentos son programables, todo es posible. Podemos superar las restricciones de tierra y agua y programar plantas que crezcan y se multipliquen en zonas no aptas actualmente para la agricultura. E, igualmente, con el resto de limitaciones que actualmente sufrimos. Cualquier contenido nutricional, cualquier característica física puede ser aumentada, corregida, o silenciada. La única limitación será la propia potencialidad de los genes de la especie en cuestión.

De esta manera, nuestro negocio cambiará radicalmente y se asemejará mucho más a los negocios de tecnología. Y especialmente, se asemejará a los negocios tecnológicos basados en el “software”. Es decir, lo definitorio del negocio es posible que ya no sean nunca más, las capacidades de producción, las de distribución y las zonas de cultivo; es muy posible que lo definitorio esté en manos de los que desarrollen capacidades de programación del ADN.

Llegados a este punto no os sorprenderá saber que hay una carrera por la comprensión y desarrollo de estas tecnologías. Hay que recordar que en los negocios definidos por la tecnología, el tamaño de las ventajas competitivas de Know-how que se generan son enormes y hacen que unas pocas empresas se conviertan en dominadoras globales. Es palmario ver cómo en el mundo de la tecnología móvil (pero no sólo) hay dos grandes empresas que definen el negocio con dos modelos muy diferentes.

A esto me refería (ver diagrama) cuando hablaba de las opciones “Android” versus opciones “IOS” y el desarrollo de las grandes programadoras de alimentos (los “Google” y los “Apple” alimentarios).

Mientras que Google (ahora Alphabet Inc.) tiene un esquema abierto y generalista, Apple tiene un modelo cerrado y segmentado y de nicho.

Es decir, que Google crea el código y los ofrece a los productores de móviles de manera generalista y abierta. Son sus clientes que compran el código los que compiten entre ellos con estrategias diversas que se dirigen a todo tipo de consumidores (bajo coste, prestaciones medias o altas). En cambio, Apple segmenta el mercado y se dirige prioritariamente a sólo un segmento de la población. Lo hace controlando la producción y distribución apoyándose en “maquiladores2 y acuerdos de “distribución exclusiva o selectiva”.

¿Y adivinen quién extrae más valor del mercado? ¿Quién gana más? Efectivamente, Apple al controlar toda “su” cadena de valor y centrarse en el segmento de más valor es la empresa más valiosa.

¿Y si imaginamos una situación de mercado parecida con dos grandes programadores de alimentos?

Desde la perspectiva de la producción agrícola y los profesionales de la agricultura, el riesgo es convertirse en un mero maquilador de productos. A no ser que seamos parte del know-how necesario para programar. Que sepamos capaces de proveer la información (agronómica, técnica, de consumidor, etc.) necesaria para crear/programar estos nuevos alimentos.

Algunos enlaces para aquellos que quieran ampliar información:

https://www.agri-pulse.com/articles/10459-what-is-gene-editing-and-why-should-you-care?__prclt=kP0DfC5Q

https://qz.com/1242882/the-usda-drops-all-regulation-for-crispr-edited-crops/

https://www.nature.com/news/gene-edited-crispr-mushroom-escapes-us-regulation-1.19754